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martes, 4 de marzo de 2014

¿Eres una compradora compulsiva?


¿Adicción, síndrome o ansiedad?



Síntomas evidentes


1- Te invade una ansiedad de la nada cuando cruzas la entrada del centro comercial. Una sensación similar a la que sienten los ladrones cuando están a punto de salir de una tienda con lo que han robado.

2- Sientes euforia al probarte una prenda o complemento nuevo.
nuevo: que está en la tienda, una vez cruza la puerta de tu casa ya es viejo.

3- Dentro de las cosas que tienes que hacer durante la semana, se incluye tu jornada de shopping, esas horas que dedicas a adquirir cosas "nuevas".

4- Siempre necesitas cosas, pero muchas cosas, peor que un recién nacido.
Antojos y caprichos al fin y al cabo, aunque digas el famoso "lo necesito".

Tía, tu novio necesita un mapa para llegar hasta tu cama, mientras nada en un mar de ropa y complementos, ¿Qué tienes? ¿Ceguera? ¿Gilipollez? NO, tienes el síndrome de la Compradora Compulsiva. O el síndrome de Diógenes Style.

5- Cuando ya has comprado te sientes libre, como si dominaras el mundo, como si dioses volaran a tu alrededor evadiéndote del estrés y la tensión de tu dura vida.

6- Al llegar a casa te sientes como un ladrón después de robarle el bolso a una ancianita.

Exclamas:
"¿POR QUÉ?, lo he vuelto a hacer, esta vez me he pasado, he ido muy lejos, soy abominable y monstruosa, que asco me doy".

Y te consuelas diciendo:
"Bueno, tiene arreglo, nunca más volveré al dulce centro comercial, con música maravillosa de fondo, encantadoras dependientas, casi todas, y donde comprar es sinónimo de respirar paz y tranquilidad"

Al día siguiente, si tienes un poco de voluntad a los dos días, se repiten los 6 puntos anteriores, y se convierte en una tediosa y pesada película de los domingos una y otra vez.

Bienvenida a tu Diagnóstico, eres una CC, una Compradora Compulsiva.

lunes, 8 de abril de 2013

Tenemos vicio al vicio

Tenemos vicios que de una manera o otra, complementan nuestra vida, dando sentido a esta, muchos nos ayudan a sobrellevar nuestra autoestima, malos momentos o simplemente una ruptura causada por un capullo desagradecido.

Vicio al chocolate y a las grasas saturadas.
Vicio al tabaco para matar un estrés que nos consume lentamente.
Vicio a las rupturas y a que nos rompan el corazón.
Vicio a fichar los make-up y peinados de esas celebrities que no se parecen nada a nosotras.
Vicio a salir con unas amigas, que en un futuro nos daremos cuenta de que eran unas *arpías con pintalabios y un gusto exquisito para elegir complementos.

*arpía: textualmente significa mitad mujer, mitad buitre.

Vicios que nos hacen madurar, engordar y caer reiteradamente en un círculo vicioso de rupturas, depresiones, baja autoestima, y así seguir fumando, comiendo y escuchando útiles consejos de las arpías perfectas.

Con el vicio se convive, con la perfección se sufre, así que solo diré que si tomas chocolate, que sea negro, dicen que adelgaza, y créeme, yo no soy una arpía.