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martes, 2 de diciembre de 2014

Marketing con “M” de Magia

Todos tenemos ese jefe, ese compañero, ese cliente, ese trabajo que nos lleva al camino de la amargura en muchas ocasiones, ese.....

¿Cuántas veces has oído las múltiples batallas de tu amiga con su jefe?
¿Cuántas veces te has imaginado una buena tortura psicológica para ese pelota de la empresa?

Muchas. Es cierto que hay pocas personas que tengan una estabilidad plena en su trabajo, ya que somos personas y todas cometemos errores, tenemos personalidades distintas y muchas tienen un carácter "especial".

En el caso de mi trabajo algunas veces se llevan esas ocasiones a los extremos, ya que muchos confunden la "M" de Marketing con la "M" de Magia.

Reunión con un cliente
Al inicio de una buena campaña de marketing, después de analizar la competencia y realizar un breve esquema de las ventajas e inconvenientes de dicha marca, empiezan los milagros.

Hay clientes que son como niños en los días previos de navidad, creen que los reyes son tontos y no saben que se han portado mal, que pueden pedir 300 regalos y meterlos todos dentro de un cajón, resumiendo........ creen en los reyes.

Cuando este tipo de cliente da su presupuesto, por norma general bajo, nos teletransportamos a la India para regatear a muerte un importe justo, más que nada porque sus maravillas valen un importe que ni en 5 años podría pagar. Cómo mucho se podrían regalar bolígrafos con el logo corporativo a todos los clientes que hubieran hecho una compra superior a 50€.

Al terminar el show y por fin hacerle entender que se debe ir progresando poco a poco, pueden suceder dos cosas:

Aceptación: Para cualquier Social Media significa "Nos vamos a llevar bien".

Lucha de poder: La necesidad de tener el control y la razón es la causa por la que se pueden perder los papeles en esta guerra. Una persona que renuncia al cambio y a la mejora aún tener motivos y argumentos que ayuden a su empresa, te costará muy cara a la larga, porque sí, te convertirás en un Merlín 2.0 e irás de culo mientras despotricas de él con tus amigas.

Si eres listo renunciarás a tiempo, ya que en el futuro serás tú el causante de haber tirado su empresa al precipicio del fracaso.